La pandemia mundial ha afectado diversos campos laborales del mercado de bienes y servicios centrándose en un problema en común, el cual es sobrellevar una de las más grandes recisiones económicas para el mundo.
Estados Unidos tiene el 4% de la población mundial pero el 25% de los casos globales de coronavirus, donde el desarrollo de este ha tomado dos etapas replicadas. Los rebotes de los contagios no son una sorpresa dados los diversos problemas sociales que Estados Unidos ha vivido, y por lo tanto se ven reflejadas en nuevos casos que cada vez se extienden más y más. Este nuevo rebote ha causado una nueva ola de desempleo, cierres de negocios locales, entre otros, introduciendo el gran desafío de la “sobreoferta” debido a la liquidación en precios, cierres de negocios o simplemente por la necesidad de vender. Para el segundo trimestre del presente año EE. UU. registro un PIB a precios del mercado de -9.5%, y un IPC para el mes de junio de 0.6% categorizándola como una inflación no anticipada, provocando una desviación del pleno empleo y la redistribución del ingreso. Luego de la primera etapa de despidos donde quedaron sin empleo aproximadamente 6 millones de trabajadores para finales de marzo, donde se considera a la misma una mínima cantidad, comparado con los despidos en esta segunda etapa, alcanzando 1.31 millones de personas desempleadas. Para marzo del presente año se registró un desempleo de 4.4% y, hasta el mes de junio una tasa de 11,1%, un rebote el cual casi triplica su caída.
Debido a la situación vulnerable de las pequeñas empresas, el Programa de Protección de Cheques (PPP) del departamento del Tesoro decidió otorgar 2 millones como prestamos adicionales, estableciéndola la misma como una estrategia para la reactivación de los negocios locales y el empleo dentro de la región. Otros países como China, Japón, El Salvador, entre otros, han decididos seguir esta iniciativa otorgando préstamos a bajas tasas de interés, creando diversos programas para ayudar a las empresas, y sociedad en conjunto para establecer una estabilidad financiera a largo plazo. Debido a las medidas de EE. UU. ha tomado y el segundo golpe del covid-19, se estima un PIB para el presente año de -6.5%, y una mejoría para el 2021 y 2022 de 5,0% y 3.3% respectivamente.
Link original: https://www.forbes.com/sites/kenrapoza/2020/08/04/a-second-wave-of-layoffs-is-coming-as-lockdowns-persist/#28824bd33814